viernes, 21 de marzo de 2014

Si hay trabajadoras en tu empresa ¿Por qué no las nombras?



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Partimos de la base que el lenguaje es fundamental para la construcción de la identidad de la persona. El castellano es una lengua viva, que tiene muchas más posibilidades que limitaciones, las cuales debemos aprovechar para lograr que nuestro lenguaje no discrimine a nadie. Como muestra, a mi hija el otro día le dijeron que a la fiesta podrían ir los papás, y  a continuación me preguntó extrañada ¿y las mamás también? Por eso, cuando utilizamos un lenguaje que no excluye, no nos confunde su mensaje y no supone dar lugar a un texto repetitivo, siendo ésto uno de los motivos por los que se ridiculiza al lenguaje no sexista. Desde la RAE dicen que si se aplicaran las guías en sus términos más estrictos “no se podría hablar”. Conviene recordar, que la Conferencia de Pekín en 1995 "dejaba claro que ni las costumbres ni la cultura podían invisibilizar a la mitad de la población". 

El uso del genérico masculino como por ejemplo, los trabajadores, invisibiliza a las trabajadoras  de la empresa. Hay personas que argumentan la simplificación del lenguaje como excusa para no incluir. “No duplicamos el lenguaje por el hecho de decir las empleadas y los empleados, las madres y los padres, puesto que duplicar es hacer copia idéntica y, como vemos, éste no es el caso”. Podemos también utilizar los términos colectivos como “plantilla” “personal”, y  también  los  verbos en forma impersonal como por ejemplo “se decidirá”. El uso de nombres abstractos  como  dirección, secretaría, jefatura, administración, entre otros, es muy adecuado para documentos como rótulos, instancias, impresos de solicitud y formularios. 

Se deben redactar  las categorías laborales y descripción de puestos de trabajo utilizando una denominación que represente a los dos sexos. Algunas personas perciben más autoridad en las profesiones en masculino, sin embargo, es importante la presencia lingüística de mujeres en oficios, profesiones, puestos de responsabilidad, de los que han estado ausentes o invisibilizadas históricamente. ¿Cuesta mucho decir la jueza, la médica, o la notaria? Las referencias en femenino exclusivamente solo pueden quedar en los casos en que por imperativo legal las mujeres son las únicas destinatarias de las medidas (ej.: riesgo durante el embarazo). 

Es recomendable, incorporar apartados o cláusulas en el convenio colectivo, que expresen la importancia de utilizar un lenguaje no sexista que garantice la igualdad laboral. De esta manera, se fomentará un lenguaje que no discrimine, en los documentos administrativos y de comunicación interna de la entidad. Se deben desagregar por sexo los informes e investigaciones en las entidades de las empresas, para visibilizar a las mujeres. A su vez se podrán incluir, cláusulas en los convenios, en las que se indiquen que las ofertas de empleo, se redactarán en un lenguaje no sexista, poniéndose así de forma evidente, que la oferta se dirige indistintamente a personas de ambos sexos, evitando referencias estereotipadas, tanto explícitas como implícitas. 

En las charlas, acciones formativas e intervenciones públicas en las que se represente a la  entidad, se debe también utilizar un lenguaje no sexista. Esto hará que nuestra comunicación con el exterior, mejore y llegue a un número mayor de personas.

La imagen que se proyecta de la empresa es muy importante, evitando estereotipos, que infravaloren las capacidades de la mujer. En el diseño de logos se debe procurar que sean neutros, evitando representaciones con primacía del hombre. Si nuestra empresa dispone de una página web corporativa, que las imágenes que se expongan, haya representación equitativa tanto de mujeres como de hombres.

Las empresas e instituciones necesitan aprender a utilizar un lenguaje no sexista, sobretodo en sus comunicaciones, como en la publicidad o en las memorias de responsabilidad social.  Una aplicación muy útil en este sentido, es  el corrector Themis para el lenguaje no discriminatorio, que permite detectar el uso de términos sexistas en documentos de Word, Power Point, correos electrónicos, incluso rastrear páginas web. De esta forma se podrá dar la palabra a todo el mundo, visibilizando ambos sexos.

“El lenguaje es el vestido de los pensamientos”.Samuel Johnson (1709-1784)

Fuente consultada: Boletín Igualdad en la empresa: Comunicación no sexista en la empresa

Artículo también publicado en  eProform 





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