Partimos de la base que el lenguaje es
fundamental para la construcción de la identidad de la persona. El castellano
es una lengua viva, que tiene muchas más posibilidades que limitaciones, las
cuales debemos aprovechar para lograr que nuestro lenguaje no discrimine a
nadie. Como muestra, a mi hija el otro día le dijeron que a la fiesta podrían
ir los papás, y a continuación me
preguntó extrañada ¿y las mamás también? Por eso, cuando utilizamos un lenguaje
que no excluye, no nos confunde su mensaje y no supone dar lugar a un texto repetitivo,
siendo ésto uno de los motivos por los que se ridiculiza al lenguaje no sexista.
Desde la RAE dicen que si se aplicaran las guías en sus términos más estrictos
“no se podría hablar”. Conviene recordar, que
la Conferencia de Pekín en 1995 "dejaba claro que ni las costumbres ni la
cultura podían invisibilizar a la mitad de la población".
El uso del genérico masculino como por
ejemplo, los trabajadores, invisibiliza a las trabajadoras de la empresa. Hay personas que argumentan la
simplificación del lenguaje como excusa para no incluir. “No duplicamos el lenguaje por el hecho de decir las empleadas
y los empleados, las madres y los padres, puesto que duplicar es hacer copia
idéntica y, como vemos, éste no es el caso”. Podemos también utilizar los términos
colectivos como “plantilla” “personal”, y también los verbos en forma impersonal como por ejemplo
“se decidirá”. El uso de nombres abstractos como
dirección, secretaría, jefatura, administración, entre otros, es muy
adecuado para documentos como rótulos, instancias, impresos de solicitud y
formularios.
Se deben redactar las categorías laborales y descripción de
puestos de trabajo utilizando una denominación que represente a los dos sexos. Algunas personas
perciben más autoridad en las profesiones en masculino, sin embargo, es
importante la presencia lingüística de mujeres en oficios, profesiones, puestos
de responsabilidad, de los que han estado ausentes o invisibilizadas
históricamente. ¿Cuesta mucho decir la jueza, la médica, o la notaria? Las
referencias en femenino exclusivamente solo pueden quedar en los casos en que
por imperativo legal las mujeres son las únicas destinatarias de las medidas
(ej.: riesgo durante el embarazo).
Es recomendable, incorporar
apartados o cláusulas en el convenio colectivo, que expresen la importancia de
utilizar un lenguaje no sexista que garantice la igualdad laboral. De esta
manera, se fomentará un lenguaje que no discrimine, en los documentos
administrativos y de comunicación interna de la entidad. Se deben desagregar por sexo los informes e
investigaciones en las entidades de las empresas, para visibilizar a las
mujeres. A su vez se podrán incluir, cláusulas
en los convenios, en las que se indiquen que las ofertas de empleo, se
redactarán en un lenguaje no sexista, poniéndose así de forma evidente, que la
oferta se dirige indistintamente a personas de ambos sexos, evitando
referencias estereotipadas, tanto explícitas como implícitas.
En las charlas, acciones
formativas e intervenciones públicas en las que se represente a la entidad, se debe también utilizar un lenguaje
no sexista. Esto hará que nuestra comunicación con el exterior, mejore y llegue
a un número mayor de personas.
La imagen que se proyecta de la empresa es
muy importante, evitando estereotipos, que infravaloren las capacidades de la
mujer. En el diseño de logos se debe procurar que sean neutros, evitando
representaciones con primacía del hombre. Si nuestra empresa dispone de una
página web corporativa, que las imágenes que se expongan, haya representación
equitativa tanto de mujeres como de hombres.
Las empresas e instituciones
necesitan aprender a utilizar un lenguaje no sexista, sobretodo en sus
comunicaciones, como en la publicidad o en las memorias de responsabilidad social.
Una aplicación muy útil en este sentido, es el corrector Themis para el lenguaje no
discriminatorio, que permite detectar el uso de términos sexistas en documentos
de Word, Power Point, correos electrónicos, incluso rastrear páginas web. De
esta forma se podrá dar la palabra a todo el mundo, visibilizando ambos sexos.
“El lenguaje es el vestido de los pensamientos”.Samuel Johnson
(1709-1784)
Fuente consultada: Boletín Igualdad en la empresa: Comunicación no sexista en la empresa
Artículo también publicado en eProform
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