Autor:Gary Frank |
Según Silvia
Federici “el acceso a un salario no ha liberado a las mujeres de las labores no
remuneradas ni ha cambiado las condiciones de su lugar de trabajo para
permitirnos cuidar de nuestras familias ni permitir a los hombres compartir las
tareas del hogar. Aquellas que tienen empleo actualmente
trabajan más que nunca".
Por otro lado, con la crisis económica muchas mujeres han
vuelto al hogar, al quedarse sin empleo y en la medida que se han recortado
servicios básicos necesarios como educación, sanidad, y las prestaciones de la
ley de dependencia, los cuidados tan necesarios como invisibles, acaban
recayendo en las mujeres.
A la
incertidumbre por volver a encontrar un empleo como la ansiedad del
empobrecimiento de las maltrechas economías, se les exige centrarse en su papel
de cuidadoras, en lugar de hacerlo en la búsqueda de empleo o formarse para un
mercado laboral cada día más competitivo. Con políticas sociales, económicas y
reproductivas como las actuales, y tan descaradamente
ofensivas, el coste social y monetario de la crisis revierte en ellas.
Pero ante este
situación laboral que envía a las mujeres al ámbito doméstico, existen muchas
que han optado por reinventarse al margen del sistema de empleo tradicional, y
algunas ante trabajos precarios y descontentas con el sistema económico han
optado por la vuelta al hogar, en un
movimiento que se ha llamado la nueva domesticidad, bajo el lema “hazlo tu misma”.
Crianza natural, comida artesanal, cultivar un huerto, papillas orgánicas, tricotar todo tipo de
ropa, parto en casa, educación en casa, escribir blogs sobre estos temas, todo
un “activismo anticonsumo”.
Emily Matchar, autora del libro “Retorno al
hogar: porqué las mujeres abrazan la nueva domesticidad”, hace un análisis
minucioso del estilo de vida que abrazan por el descontento con el ambiente
laboral que dejan atrás, un “estilo de vida slow, autosustentable, que gira
alrededor de la casa”.
Matchar, al empezar a escribir el libro, se encontró con “burguesas trabadas en una lucha con la vida moderna; universitarias recién egresadas y desempleadas que aprendían a tejer porque no hallaban satisfacción en el trabajo temporal; mujeres que, al concluir sus brevísimas licencias de maternidad y enterarse, ‘casualmente’, de la crianza con apego, renunciaron a empleos que, en todo caso, les resultaban ambivalentes”.
Matchar, al empezar a escribir el libro, se encontró con “burguesas trabadas en una lucha con la vida moderna; universitarias recién egresadas y desempleadas que aprendían a tejer porque no hallaban satisfacción en el trabajo temporal; mujeres que, al concluir sus brevísimas licencias de maternidad y enterarse, ‘casualmente’, de la crianza con apego, renunciaron a empleos que, en todo caso, les resultaban ambivalentes”.
Las defensoras de este estilo de vida lo presentan como vuelta a la vida
sana y natural y proliferan los blogs de esta temática, en España hay multitud
de ellos, que cuenta al detalle como hacen un perfecto pastel con fresas recién
cogidas de su huerto, como reutilizar la ropa de sus hijos, o como decorar su
casa con bajo precio.
Foto de la web The Broooklyn Homesteader |
Para Matchar, la nueva domesticidad “conlleva grandes implicaciones para la igualdad de géneros pues, si bien
la nueva domesticidad representa el deseo de vivir de una manera más
sustentable y auténtica, tendencia por demás loable y valiosa, la vuelta al
hogar refuerza también los tradicionales roles de género aun cuando las
involucradas afirmen que sólo siguen los dictados del corazón”.
También afirma que Etsy, mercado de productos artesanales, está creciendo vertiginosamente, y que hasta el ritmo de las productoras más afortunadas se convierte en frenético, poniendo de ejemplo, como una ex-abogada Texana teje trece horas diarias en una sala de estar.
También afirma que Etsy, mercado de productos artesanales, está creciendo vertiginosamente, y que hasta el ritmo de las productoras más afortunadas se convierte en frenético, poniendo de ejemplo, como una ex-abogada Texana teje trece horas diarias en una sala de estar.
Para muchas,
esta nueva domesticidad, es vista como un retroceso para los avances
feministas, para otras, es una opción vital
por el descontento con el mercado laboral actual, y una cruzada contra el
consumismo.
-
El
surgimiento de la hipster industriosa. Newsweek en español
- Manual
de género. El poder de la imagen
Gracias por un gran articulo, como todos, que nos hace reflexionar.
ResponderEliminarLas mujeres lucharon por una igualdad de derechos y oportunidades, consiguiendo sus objetivos politicos, pero en la practica queda mucho por hacer, y aparte de buscar culpables, que los hay en parte y segun el gremio, en mi opinion la mayor culpa recae en las propias mujeres.
Cuantas chicas hemos conocido luchadoras, con opiniones bien formadas, feministas, progresistas, trabajadoras, defensoras de sus derechos, que cuando llegan a una relacion estable cargan a sus espaldas con practicamente todas las tareas domesticas
Esta es la lucha que se esta perdiendo, la del hogar, la del reparto de tareas en una relacion de pareja. La solucion , el reparto equitativo, segun las condiciones laborales y sociales de cada miembro, esta en nuestras manos, desde el principio.
C.Munoz Renta
Gracias a tí por tu comentario. He tenido un problema y se ha eliminado el comentario que te había puesto esta mañana. Bueno, por si no te ha llegado decirte, que existen varios factores que influyen, en el reparto desigual de las tareas de de la casa entre hombres y mujeres. Así los roles de género, donde a la mujer se le ha asignado los cuidados del hogar y al hombre la esfera pública, una falta de educación desde la infancia en coeducación, y el entender que los cuidados y las tareas del hogar(tan indispensables para el desarrollo de la vida ) corresponden tanto a mujeres como a hombres, tienen mucho que ver con el reparto desigual de las tareas del hogar . No creo que la culpa sea de las mujeres, sino del sistema patriarcal en el que vivimos.
EliminarSaludos!
Gracias Silvia ! a esto es a lo que me refiero, a ese sistema patriarcal y habitos heredados en los que hay que poner el enfasis, y si no hacen esta lucha las mujeres, no veo a los hombres haciendolo por ellas. saludos !
ResponderEliminarC Munoz Renta
Silvia he vuelto a releer este artículo que me ha encantado. Yo creo que este tema da para más artículos. Además es un tema sensible porque entran en juego las emociones y sentimientos. Este nuevo modelo de domesticidad como lo llamas tiene mucho de negocio, y me parece genial que muchas personas, en gran parte mujeres, hayan sabido verlo y creado tiendas de ropa ecológica, juguetes tradicionales, y cosas por el estilo. Pero lo dicho, como casi todo, tiene mucho de crear y buscar clientes potenciales y nuevos nichos de mercado. En el plano más ideológico, quizá en un momento de crisis haya "necesidad" de recluir a las mujeres de nuevo en casa, aunque resulta curioso que este movimiento esté representado por mujeres de clase media-alta con carreras profesionales exitosas, mujeres que voluntariamente optan por dejar su trabajo (también porque pueden elegir dejarlo). Un post interesante sería uno sobre la famosa crianza con apego, a ver si te animas!
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