lunes, 12 de mayo de 2014

Creando un estilo de liderazgo femenino

                                                                                                  Artículo también publicado en eProform

liderazgo-género-discriminación-RR.HH

La tendencia inicial de las mujeres cuando llegaban a puestos directivos en ambientes masculinos, para adaptarse, ha sido adquirir el modelo de liderazgo masculino que ya existía en la empresa, adoptando conductas que en principio les resultaban ajenas. A menudo, el llegar a puestos de dirección en solitario comporta una serie de riesgos psicológicos, sociales y de comportamiento, según Sara Berbel. Las mujeres que han luchado mucho por llegar a un lugar predominante masculino tienden a justificar su posición y se sienten mejores o diferentes a las demás. Es un mecanismo de defensa psicológico de cómo han podido ellas llegar más allá que otras mujeres. Copian el estilo masculino donde están inmersas. Se alejan de las posturas feministas y  argumentan “que si a ella  le ha costado mucho trabajo pero lo ha logrado, que otra mujer si vale, que lo demuestre como lo ha hecho ella”. Entre los costos sociales muchas de estas mujeres acaban “en un lugar aparentemente de glamour, pero superficial que va acompañado de una gran soledad “. 

Para paliar esta situación, hay que tener confianza en las propias capacidades y habilidades, y “saber valorar la experiencia que se vive como mujeres, de lo que sucede alrededor”. Así , el trabajo en red con otras directivas es muy importante, como el compartir objetivos, la promoción mutua y el tejer alianzas con otras mujeres permite romper ese aislamiento, permite generar dentro de la empresa una masa crítica importante para hacerse oír, consiguiendo una organización más plural y democrática e igualitaria, en entornos laborales masculinizados. Tal como señala Hellen Fisher  «el gran reto de las mujeres es la seguridad, que no se consigue nunca mediante lo que no eres”.

Así, en la búsqueda de una forma de actuar diferentes como mujeres líderes, poniendo en juego sus capacidades y conocimientos tanto personales como profesionales - al contrario de lo que todo el mundo cree- hay que resaltar que ser líder no es algo innato, y no es una actitud exclusiva que solo disponen unas cuantas personas. Según las últimas teorías, la clave para ser un buen líder, no está relacionado con factores innatos, sino con competencias emocionales. Para Coleman, los auténticos líderes se distinguen por la capacidad de inspirar en otros energía, pasión y entusiasmo. No solo depende de conocimientos y habilidades técnicas sino de cualidades sociales y emocionales, y lo más importante, es que se pueden aprender. Con este tipo de liderazgo, las mujeres, se pueden identificar con facilidad, como consecuencia de haber sido socializadas de forma diferente.

Las directivas, suelen desarrollar un estilo de liderazgo más democrático,participativo y colaborativo, donde se valora más la distribución del poder que la acumulación, con una actitud más receptiva y comunicativa, más dialogante, donde se busca el consenso. La comunicación es fundamental, en todas las direcciones, tanto horizontal como vertical, desarrollando al máximo la capacidad de escuchar opiniones, problemas y sugerencias tanto profesionales como personales, y de motivar. Estas características casan con el estilo de liderazgo transformacional, que con más frecuencia utilizan las mujeres.

De esta manera se genera más cohesión en los equipos y más inteligencia emocional, que según Coleman no es la inteligencia académica, sino la que sirve para la vida práctica. Es reconocer las propias emociones, fortalezas, debilidades, tener autoconfianza, saber controlarse, adaptarse, motivarse, ser optimista, persuasivo, tener iniciativa, integridad, empatía, capacidad de trabajar en equipo. El liderazgo emocional se basa en valorar tanto al individuo como el logro de objetivos, respetando la dignidad individual, la integridad en las relaciones personales y la responsabilidad social con el entorno.

 Las personas poseen un 10% de contenido racional y 90% de emocional. Ante ésto, Kauffman señala que las mujeres ponen en su trabajo más la afectividad, muy valorado hoy en día, en un entorno de gran complejidad y donde todo cambia constantemente. Se puede decir que “sin afectividad no hay empatía, y sin empatía no hay liderazgo”. Y eso, lo saben muy bien las directivas.



Fuente consultada: Estrategias de liderazgo para mujeres directivas. Rosa Escapa Garrachón. Luz Martínez Ten.





7 comentarios:

  1. No estoy yo muy de acuerdo con los planteamientos que aportas en este post en concreto, pero bueno, es tu blog y escribes lo que crees. Pero en lo que si estoy totalmente de acuerdo y que realmente, y desde mi perspectiva masculina falla de manera estrepitosa, es el siguiente punto:

    "Así , el trabajo en red con otras directivas es muy importante, como el compartir objetivos, la promoción mutua y el tejer alianzas con otras mujeres permite romper ese aislamiento, permite generar dentro de la empresa una masa crítica importante para hacerse oír, consiguiendo una organización más plural y democrática e igualitaria, en entornos laborales masculinizados."

    (Me sobra la última parte de plural y democrática, pero ya se sabe, para gustos los colores) pero ciertamente me da la sensación de que no habéis tejido una red de contactos los suficientemente intensa y poderosa para poder promover a las mujeres nuevas, que teniendo el potencial para ser directiva de alto nivel, se queda a las puertas por falta de contactos y apoyos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Jose, muchas gracias por tu comentario.
      Decirte, que una empresa que en su puestos de dirección incluya a más mujeres, al proporcionar mayor diversidad de perspectivas, está desarrollando un modelo “ más democrático y plural” que si solo hubiera hombres, por no contar los beneficios económicos que reporta a la empresa(no lo digo yo..sino numerosos estudios).. La diversidad enriquece, y da la oportunidad de que se oigan diferentes puntos de vista.
      En cuanto a las redes de contactos, claro que son muy importantes para apoyarnos y promocionarnos, para evitar ese aislamiento y se deben fortalecer pero no significa que no se esté haciendo, hay muchos programas de mentoring y de apoyo a mujeres con talento .Pero desgraciadamente hay otros factores que también influyen. Es un hecho que hay menos mujeres en puestos directivos que hombres, ¿causas? techo de cristal, conciliación (porque no hay una verdadera corresponsabilidad y el peso de la conciliación cae en nosotras) y las zancadillas que se nos pone para llegar, aunque a veces estemos apoyadas por otras mujeres. Recuerdo que somos minoría en los consejos de dirección de las empresas.
      ¿Ves? Aunque no estés de acuerdo con mis planteamientos, te has parado unos minutillos y has leído mi punto de vista, y has comentado lo que te ha parecido bien o mal. Para mí, has enriquecido mi artículo, haciéndolo más democrático y participativo.
      Saludos!!

      Eliminar
  2. La verdad, me he parado porque el tema del networking para mujeres y romper el "techo de cristal" es algo a lo que le he dado muchas vueltas y he dedicado tiempo y recursos. Me sigue pareciendo inqiuetante que habiendo mujeres tan preparadas y con ganas no lleguen arriba, pero no porque sean mujeres, sino porque son sencillamente mejor que algunos hombres.

    Para serte honesto, a mi el concepto de igualdad (usando el concepto de sexo) no me preocupa demasiado. Yo quiero que lleguen los mejores a los puestos de mando. Si me irrita, y de forma bastante más pronunciada que a mismo puesto y funcion, una mujer cobre menos que un hombre, esto es algo absolutamente inaceptable sea cual sea la filosofía en la que te apoyes.

    Y sobre la conciliación, a día de hoy es cierto que el peso cae mayoritariamente en la mujer, para que te lo voy a discutir. Es un hecho bastante indiscutible, podría intentar decirte que es porque ellas lo prefieren o porque el mundo les obliga, pero el dato final es que hay más mujeres que se dedican a cuidar a los hijos que padres.

    Pero en resumen, creo el mejor ha de llegar más arriba, sea mujer, calvo o miope. A día de hoy hay un claro sesgo de mujeres con un nivel extraordinario que no consiguen llegar. Por otra parte, y más allá de clamar cuatro verdades al viento, lo más preocupante es que las mujeres y las asociaciones que conozco, sea más un club de amigas que un lobby para promocionar a las mujeres que son mejores que su contraparte masculina. Y para deprimerse un poco más, si ya tenéis bastantes barreras culturales (más de dos mil años de cultura no se borran así como así), insistis en no ayudaros demasiado unas a otras.

    ResponderEliminar
  3. Pues Jose el concepto de igualdad, a mi sí me preocupa, porque en el momento que te dicen que no te promocionan porque "no meas de pie", ya puedes ser la mejor del mundo en tu profesión, que no te servirá de nada(esto me lo contaba el otro día una amiga). No es tan sencillo el tema. ¿No conoces a nadie que por quedarse embarazada la hayan echado a la calle, o cuando vuelve de su baja con una jornada reducida al final la han echado? Yo sí, desgraciadamente y a muchas. Y no porque seamos malas profesionales, sino porque nosotras somos las que nos quedamos embarazadas. E insisto "sí nos ayudamos", desde siempre lo de tejer relaciones lo hemos hecho nosotras, y no solo como "un club de amigas", históricamente también se nos ha silenciado en todas las profesiones.No hay nada más que ver los libros de historia. Pero vuelvo a insistir somos minoría en los puestos de poder, y predomina una visión androcéntrica del trabajo.

    ResponderEliminar
  4. Que despidan a alguien porque "no mea de pie" es algo vergonzoso, en esto te doy toda la razón. Pero sigo pensando que la seleccion de directivos no ha de estar basada en sexo sino en capacidades.

    ResponderEliminar
  5. Jose has dado en el clavo. Quienes defendemos la igualdad de género lo que queremos es que la gente sea seleccionada para acceder a un puesto de trabajo o promocionar a un puesto directivo en función exclusivamente de sus capacidades y no de su sexo, y que tampoco se supongan mas o menos capacidad a una persona por ser hombre o mujer.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo contigo.

      Eliminar