Actualmente existen una amplia
gama de productos y servicios destinados a la imagen corporal de las mujeres y niñas, con el fin de que su imagen
se parezca vez más a la de una mujer entre los 17 y 24 años. Como muestra, podemos observar el
aumento de la oferta de maquillaje y lencería para niñas, además de casos de pequeñas
que van a clase con tacones altos y
labios pintados.
Esta imagen que se vende a través
de la publicidad y los medios de comunicación, el cine o espectáculos, afecta a
todas las etapas vitales de la mujer, pero especialmente preocupante en la etapa
infantil.
“Se sexualiza a
las niñas al mismo tiempo que se infantiliza a las mujeres”
Estamos hablando de la hipersexualización infantil, que es un
concepto creado hace unos años por la sexóloga canadiense Jocelyne Robert
para referirse a la "representación de los niños y niñas como una especie
de adulto sexual en miniatura”, pero
en gran medida afecta principalmente a las niñas.
Existen empresas dedicadas al
ocio infantil, donde las familias llevan a sus hijas a hacerse la manicura,
pedicura, a una sesión de spa, maquillaje y peluquería e incluso las presentan a
concursos de belleza infantil, alegando que eso “no tiene nada de malo”, que
detrás de todo esto “hay una filosofía educacional de higiene corporal,
alimentación y bienestar”. Pero aunque se haga con la mejor de las intenciones ¡Nada
más lejos de la realidad!
La comunidad experta en
psiquiatría advierte que, a estas niñas que han recibido un mensaje de
hipersexualización, se les está ocasionando un daño irreparable para el
desarrollo de problemas físicos y psíquicos en la vida adulta.
Tenderán a
construir su autoestima en base a esa imagen corporal hipersexulizada, y
aprenderán a valorarse en función de su atractivo físico, construyendo su
autoimagen en relación al impacto que causan en otros, sin tener en cuenta
otras características personales y eso tendrá consecuencias cuando ellas
inicien su vida sexual.
Igualmente,
las fotos sexualizadas de niñas en poses provocativas, transmiten una carga
erótica que desconocen las menores cuando participan en estas sesiones
fotográficas, y son presentadas como si las niñas ya tuvieran una sexualidad de
una persona adulta, lo cual es pernicioso para la imagen y la vida de las pequeñas. De esta forma, se precipita el salto de las menores a la
vida adulta y “ni su cabeza ni su mente están aún preparadas para ello”.
Por su parte, la Asociación de Psicología Americana
manifestó su preocupación "por el hecho de que la ropa, los juguetes, los
cosméticos, los videojuegos, las películas, los personajes de ficción, los
dibujos animados y los medios de comunicación dirigidos a los más pequeños de
la casa (en torno a los cuatro años) ya empiezan a hacer énfasis en los
atributos eróticos, fundamentalmente de las niñas, y del rendimiento personal
que se le puede sacar al atractivo sexual.
No es casualidad, la presencia en edades cada
vez más tempranas de trastornos de la conducta alimentaria. Actualmente,
se está produciendo un incremento de enfermedades que eran propias de la
adolescencia, en niñas cada vez más pequeñas, que se sienten angustiadas porque
no quieren engordar. La preocupación excesiva por el físico en el entorno
familiar, es un espejo donde las niñas
se miran, con una preocupación obsesiva por las dietas y por el número de
calorías proporcionadas por los alimentos. Porque las dietas, las debería prescribir el médico, si es
oportuno para su salud, pero no porque su imagen deba responder al canon de
belleza que impone la sociedad actual.
Las niñas y niños deben vivir su infancia
jugando, ni pidiéndoles que piensen y actúen como personas adultas, ni estando
pendientes “del color de su manicura o su maquillaje”, porque lo que tienen que
hacer es correr, explorar y descubrir y
no relajarse en un spa.
Una buena protección de la infancia, se debe
promover con una legislación adecuada en cuanto que regule los contenidos
sexuales en los medios de comunicación, publicidad, internet, entre otros.
La escuela y la familia son dos ejes
fundamentales para prevenir la hipersexualización, ofreciendo una adecuada
educación sexual desde edades muy tempranas; cuanta más información se tenga,
mucho mejor para aprender a tener una actitud crítica sobre “el bombardeo de
imágenes falsas de lo que deberíamos ser o llegar a ser” que nos llega a través
de anuncios, programas de televisión, videoclips, moda, revistas, películas,
juegos, muñecas y un largo etcétera.
Es necesario mostrarles lo que parezca
inadecuado o lo que corresponda con una imagen distorsionada de la realidad,
para su etapa de desarrollo, y si en algo convergen la mayoría de
personas expertas en este tema, es que "cuando
más tiempo se disfrute la infancia, mucho mejor".
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