Paso
importante fue que se reconociera el estatus de “cónyugue colaboradora”, para
poder acceder a una pensión de jubilación y sanidad, traducido en que “no
perciben un salario pero si se benefician del régimen de protección social de
los pescadores”. España junto a Portugal y Francia, son los únicos países donde
se contempla este estatus.
Actualmente, en el Informe “Las mujeres en la pesca: Una perspectiva
europea”, sostiene que el Fondo Europea de Pesca, ha tenido escaso impacto en
la promoción de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en este
sector, poniendo en evidencia la falta de estadísticas de las mujeres en
materia de empleo en el sector pesquero, para saber realmente el lugar que
ocupan, así como indicadores sociales que permitan cuantificar la contribución
de los miembros no remunerados. También es necesario garantizar el principio de
copropiedad para que las mujeres tengan acceso a los títulos inmateriales como
derechos u oportunidades de pesca, en caso de divorcio o fallecimiento del
cónyugue. Es fundamental, apoyar
a través de los fondos estructurales, el fomento de organizaciones de
pescadoras y el acceso de estas organizaciones a los procesos y estructuras de toma de decisiones
Desde la
década de los años 90, las mujeres españolas en la pesca empezaron a agruparse,
siendo pioneras en esta materia, lo que ha permitido no solo la creación de organizaciones independientes de las cónyugues de pescadores y acuicultores,
sino también organizaciones de mujeres que practican una actividad
profesional, bien en la captura, bien en la fabricación y la reparación de las
redes. Las mariscadoras gallegas, las rederas gallegas y las rederas del País
Vasco han sido las primeras agrupaciones en España y de las primeras en el
ámbito de la UE. Todas estas mujeres se han organizado con objeto de profesionalizar unas
actividades que antes eran informales. La organización y profesionalización de
estos oficios se han visto facilitadas por el apoyo de las autoridades regionales
y territoriales españolas. La Red de
mujeres españolas en el sector pesquero, ha sentado precedentes y es la única
cofinanciada por el eje 5 del Fondo Europeo de Pesca, estando integrada en AKTEZ-Red
europea de organizaciones de mujer en la pesca y acuicultura-.
En cuanto a la preservación del
medio ambiente, se puede encontrar el ejemplo de las mariscadoras en Galicia,
como muestra de la capacidad de las mujeres de gestionar poblaciones de peces.
Estas pescadoras de Galicia establecieron con éxito un plan de gestión de
poblaciones de marisco que evitó la sobreexplotación.
Mediante el fomento del autoempleo, y la
diversificación de actividades por parte de mujeres vinculadas a la pesca, como
la recuperación de oficios tradicionales, y el turismo marinero centrado en su
preocupación por el medio ambiente y la biodiversidad, se puede generar riqueza
en las zonas costeras. La búsqueda de nuevas salidas comerciales, es uno de
los pilares básicos de la propia diversificación, como la venta on-line o la elaboración de
productos dirigidos a una demanda de productos artesanales, interesada por productos
ecológicos y sostenibles. La transformación y comercialización de productos
pesqueros tiene un gran peso el colectivo femenino, así en este sentido, el emprendimiento
y liderazgo les dará un mayor protagonismo como agente decisorio en el futuro
de este sector.
Fuentes
consultadas
-Las mujeres en la pesca: Una
perspectiva Europea. Informe del Parlamento Europeo
-Situación de la mujer en el
sector pesquero español. Ministerio de medio Ambiente.
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