La
serie The handmaid's Tale “El cuento de la criada”, basada en la
novela homónima de Margaret Atwood (1984) narra una distopía,
basada en una sociedad teocrática misógina, donde una crisis
medioambiental ha provocado una perdida de fertilidad de la
población, dejando al país sin apenas nacimientos, donde
las mujeres son propiedad estatal, sin derechos legales de decisión
sobre sí mismas, y donde la homosexualidad está perseguida.
De
esta manera se justifica en la ficticia república de Gilead, que se
clasifique a las mujeres por su fertilidad,y en donde el control de
las mujeres a través de sus cuerpos, las deja sin libertad para
elegir sobre su vida y su reproducción.
Así
las criadas, mujeres fértiles al servicio del estado,se las destina
a la función de procrear niños para los comandantes y sus esposas,
a los que entregarán una vez los den a luz, mediante un ritual de
violación al que llaman “la ceremonia”, en donde están
presentes sus esposas. También
están las «Marthas», quienes se ocupan de las tareas domésticas,
y las «Tías», mujeres de cierta edad,muy parecidas a monjas, que
instruyen convenientemente y por métodos violentos, a las futuras
Criadas.
A
la protagonista, le ha sido reemplazado su verdadero nombre por
Defred, estando compuesto de
una partícula que denota propiedad más el nombre del
comandante de la casa, a la que es asignada la criada. Pero este
cambio de nombre supone también una pérdida de identidad de la
protagonista.
Al
recibir su nombre la criada acepta su destino que es dar
descendencia, a quienes no pueden tenerla y pueden costear un lujo
como ella, reduciéndola a ser una “vagina con patas”,
aniquilando todo resquicio de su anterior pasado, una vida plena
junto a su marido y su hija.
La
serie es un estremecedor relato que trata temas tan candentes en la
actualidad como los vientres de alquiler, la libertad sexual, la
ablación, los fundamentalismos religiosos, el robo de niños, el
puritanismo, los desastres medioambientales,la persecución de la
homosexualidad, entre otros. Margaret Atword no quería narrar nada
que no hubiera ocurrido ya en el pasado, no se basó en hechos
hipóteticos sino de situaciones que ya han pasado. ”A las mujeres
les da mucho miedo tan solo con pensar, lo que podría ocurrir,
en una sociedad teocrática, como la que soñaban los primeros
puritanos, y se instaurara el patriarcado más férreo”.
El
tema del vientre de alquiler está de pasmosa actualidad, al haber
voces a favor de legalizarla en España, donde está prohibida. ¿Es
la maternidad o paternidad un derecho? No, no puede serlo cuando se
trata de mercantilizar con niños y niñas, cuando bajo el supuesto
altruismo de las mujeres, se esconde un sistema de desigualdad en
donde las mujeres con menos recursos se ofrecen previo pago y bajo
pérdida de derechos sobre su cuerpo durante la gestación, a un
mercado de vientres de alquiler, para que algunas personas colmen sus
deseos de paternidad o maternidad.
Ello
implica el control sexual ,la mercantilización, el tráfico y la
creación de granjas de mujeres. Un
embarazo en sí no es una técnica de reproducción asistida.
“No
dejo de preguntarme como empezó todo, como no fui capaz de ver todo
lo que estaba comenzando”(Defred)
El
tema que plantea el cuento de la doncella, y que hace que nos remueva
por dentro, es que narra la subida al poder de un estado teocrático
no musulmán de corte totalitario en el país más poderoso del mundo
y con una democracia y ahí es donde las mujeres occidentales ven la
posibilidad de que su mundo se tambalee ante lo que puede suceder
ante la pérdida de libertades y de derechos que estamos sufriendo
las mujeres, y que tanta lucha ha costado.
La
llegada a la Casa Blanca de Donald Trump como presidente de los
Estados Unidos hace que el argumento del libro y la serie estén más
de actualidad que nunca, pues no olvidemos que a este señor lo han
votado más de 60 millones de personas, pregonando en sus mítines
que se tendrían que castigar a las mujeres que aborten.
El
secuestro de las niñas nigerianas por el grupo terrorista Boko
Haram, convertidas en esclavas sexuales no es una cosa inventada, ni
una cosa del futuro, sino que está pasando actualmente con la
connivencia de la comunidad internacional, que no ha hecho nada por
remediar estas situación. Así, como la muerte de adolescentes y
niñas lapidadas, incluso por violación y la aberrante práctica de
la ablación que se da todavía en muchos países. Pero ¿que hubiera
pasado si hubieran sido raptadas de un instituto de secundaria del
llamado “primer mundo”?
Estableciendo
un cierto paralelismo con lo que sucedió en la
dictadura española, desde el estado se preconizó a través del
nacionalcatolicismo y su sección femenina, el control de las
mujeres, con toda una oda de sumisión de la mujer a su marido, a los
valores que preconizaban la función de las mujeres como
madres-esposas y cuidadoras de su hogar ,sin derechos para tener su
propia cuenta bancaria, su propio negocio y donde el adulterio en el
caso de la mujer estaba penado, pero no en caso de los hombres.
El
escándalo de la monja Sor María ,que
durante décadas repartió bebés robados en las clínicas en las que
trabajaba, desvela que
practicamente los derechos de muchas embarazadas jóvenes y sin
recursos no existían, donde había una trama de tráfico ilegal de
bebés y adopciones irregulares en los que estaban detrás médicos,
abogados,jueces,curas etc, para vender a los niños a familias
pudientes que no podían tener descendencia, bajo la justificación
de que así los bebes podrían tener un futuro mejor. Pero este hecho
no es exclusivo de España, sino que también con niños
desaparecidos en Argentina o países de Europa después de la guerra
“En
determinadas circunstancias puede pasar cualquier cosa en cualquier
lugar”
Otro
de los temores que se evidencia en la novela,es el temor a un mundo
desecho por la polución, la radiación y la infertilidad, que se
manifiestan durante este periodo de tiempo con el poderío nuclear,
los bajos índices de natalidad y la degradación del medio ambiente.
No
te deja indiferente, porque provoca el desasosiego y la
intranquilidad para que la espectadora conciba la historia como un
aviso de aquello que puede llegar a suceder en su propio tiempo, y
que puede llegar sin apenas darse cuenta. En definitiva, invita a la
reflexión para que nuestra visión de la sociedad sea más crítica
y más reivindicativa.
“Nolite
te bastardes carborundorum” (No dejes que los bastardos te
carbonicen) es la frase que en la novela de Atword se convierte en
una oración en un conjuro y en un slogan. Pero también nos anima a
que estemos alerta a los pequeños gestos que en los acontecimientos
sociales se dan, que pueden lograr que la libertad y la autonomía de
las mujeres pueda quedar supeditada a la misoginia y la violencia más
extrema.