jueves, 4 de mayo de 2017

CÓMO EROTIZAR AL HOMBRE IGUALITARIO



nuevas masculinidades, hombre igualitario, buen trato
¿Te has preguntado alguna vez por qué te atraen los chicos duros y malos, en vez de los que te tratan con respeto y cariño? ¿Por qué cuando más difícil te lo ponen más te gustan ? ¿Por qué a los “chicos buenos” los ves como amigos?

La socialización diferenciada y desigual desde la infancia, lleva implícita una esencialización de lo que significa ser niño o niña. Los estereotipos, en concreto, producen una especie de guiones preestablecidos de lo que significa ser hombre y mujer, lo que Mogrovejo denomina “la camisa de fuerza del género”.

Cuando nos educan y aprendemos, vamos construyendo los  conceptos y creencias en torno a que es el amor, lo que significa que es enamorarse  y de quien o “no” nos enamoramos, y ésto se aprende desde edades muy tempranas.  Dentro del modelo de amor romántico, las mujeres son los objetos del amor y los hombres los sujetos. Los hombres son los amados en la mayoría de los casos. Los papeles asignados son de dominio- actividad para ellos y sumisión-pasividad de ellas, trayendo como consecuencia dependencias amorosas

Cada género es educado para un papel en el amor romántico, mientras que a las mujeres se las educa para el mundo de los afectos, el mundo de los cuidados, en el “ser para los demás” , a los hombres se los educa y se los socializa en el mundo de la pasión, de la sexualidad , la seducción, y “en el ser para sí”. 

Según Jónasdóttir, ésto ha provocado que a las mujeres se las eduque desde una “adicción al amor”, el cual aprovechan los hombres en beneficio propio. Una socialización amorosa de las mujeres que las coloca en situaciones de inferioridad y subordinación.

 “El amor no se asocia a los instintos ni queda circunscrito solo a la conciencia, sino que es una conquista de la modernidad, […] lo que ocurre en privado y parece personal es consecuencia directa de los cambios sociales que se van generando” (Gómez)

Los medios de comunicación como agentes de socialización nos muestran los modelos masculinos y femeninos que son atrayentes. Porque el proceso de atracción no es más que aquel mecanismo socialmente construido en base al modelo de deseo hegemónico, aquel que construye las identidades deseables tanto para hombres como para mujeres. La imagen que se proyecta de ellas está muy centrada en la sexualidad o más bien hipersexualizada, mostrando unos roles y estereotipos que fomentan la subordinación femenina.

Las películas, series, realitys shows y revistas para adolescentes, son un buen ejemplo de la socialización patriarcal y de las ideas del amor que nos ofrecen los medios, basadas en el modelo del amor romántico, donde nos enseñan unas relaciones de parejas asimétricas, y unos modelos de éxito muy marcados por estereotipos sexistas. El proceso de elección es un acto individual aunque no exento de influencia social, ya que generalmente se elige a aquellos modelos que la sociedad refuerza y estima como deseables. 

“Las personas que consideramos atractivas y no atractivas nos quedan interiorizadas mediante la socialización y la interacción con las demás personas, pero no solo el atractivo físico, sino los comportamientos que resultan atractivos y los que no”.

En el pensamiento de la mayoría de las chicas preguntadas en diferentes investigaciones, un chico bueno que te lo pone todo fácil, es un chico aburrido, sin embargo, el que te hace sufrir, te lo pone difícil y es “malote” se sobrevalora. Para la mayoría  las chicas, los modelos de masculinidad más igualitarios no son eróticos, las aburren y acaban abandonando las relaciones con ellos. 

Este hecho está muy marcado por los medios de comunicación que no presentan modelos igualitarios de chicos que sean atrayentes. Por otra parte, este formato de masculinidad también es perverso para los propios chicos puesto que ven al chico malo como un modelo de éxito, sin percibir los riesgos que conlleva este tipo de masculinidad. El prototipo femenino dominante para los chicos, nos muestra el de una chica sumisa, sensible, que espera al chico, con una sexualidad que debe reprimir, sufridora. Modelos que se encuentran en la base de relaciones insanas e incluso violentas. 

Según un estudio  de Duque, acerca de las relaciones afectivas que se producen en las discotecas, el  modelo de chico por el cual  las chicas se sienten principalmente atraídas , y que dentro del proceso de atracción se vuelve perverso para ellas, es el modelo de chico mujeriego, el cual liga más por sus estrategias de seducción que por su físico. Es el chico difícil, pasional, excitante, pero que en el fondo tiene los mismos objetivos que el denominado buitre, el cual  para llevar a cabo este objetivo de ligue, no miente ni se anda por las ramas, es directo, por ello es identificado rápidamente por las chicas y rechazado en la mayoría de ocasiones.

El modelo de masculino denominado invisible, aunque tenga un físico atractivo no tiene una actitud dominante , por lo que pasa desaparecido par las chicas, y es considerado como amigo. Así el chico catalogado como “no hegemónico”, es aquel chico que rompe con los patrones de masculinidad dominante y que por ello es denominado, en muchas ocasiones, como “calzonazos”.

Trabajar otros modelos de ser chico alejados de pautas sexistas y que sean modelos de atracción, se convierte en una estrategia imprescindible para la prevención de la violencia de género: hay que “deserotizar al chulo y erotizar al igualitario”

Hay que introducir el buen trato en las relaciones de pareja, ya que es una forma de expresión del amor, nuestra forma de vincularnos con los demás. Hay que empezar por pequeños proyectos de amor hacia uno mismo y hacia los otros, como proyecto de vida, y que se fomenten desde la familia, las escuelas y los medios de comunicación, modelos de masculinidad y feminidad para poder identificar qué valores nos dañan y cuales hacen daño a los demás, promoviendo relaciones en los que nos queramos bien, que resulten excitantes y hacerlos tan comunes como el maltrato en las relaciones afectivas que nos muestran en los medios de comunicación.

conciliación, masculinidades, igualdad

 Por ello es necesario como afirma Gómez, romper con las dicotomías bondad-atractivo, amor-excitación y estabilidad-pasión, para crear una mezcla en la que aparezcan características como: amor, excitación, ternura, pasión, tanto en los modelos de masculinidad como en los de feminidad.

Hemos de indagar sobre todo en las posibles fisuras que puedan presentar estos modelos de masculinidad y feminidad para desde ahí comenzar nuevas formas de vivir las identidades libres de estereotipos de género.

El feminismo, tiene una ardua labor en desenmascarar y visibilizar como las estructuras sociales promueven un amor romántico que lejos de convertirse en un espacio de libertad para las mujeres se convierte en muchos casos es una construcción interesada para mantenerlas en espacios de subordinación, y mostrar modelos atractivos de feminidad y masculinidad libres de estereotipos machistas, en la adolescencia y juventud.

Fuentes consultadas
Voces tras los datos. Una mirada cualitativa a la violencia de género en adolescentes. Carmen Ruiz Repullo. Instituto Andaluz de la Mujer